domingo, 27 de marzo de 2011
Britney Spears de 'Niña' , 'Adolecente' a Mujer Seductora y Hermosa
En 1998 Britney Spears, una estadounidense de 16 años, agitó el panorama musical mundial con la canción "Baby one more time" y una estética de Lolita que le permitía oscilar entre la provocación y la inocencia.
La historia de Britney Jean Spears -nacida en 1981 en Massachusets (EU) y criada en Louisiana- comienza como la de miles de niñas con ciertas aptitudes artísticas y cara de ángel que es promovida en el circo mediático por sus progenitores.
Su primer triunfo consistió en fichar por el "Mickey Mouse Club" a los 11 años, aunque ya había concurrido con tan sólo 8 años al cásting de este programa televisivo, en el que coincidió con otras estrellas de su generación como Justin Timberlake y Christina Aguilera.
Su segundo gran acierto fue lanzarse a la arena musical con apenas 16 años de la mano de un productor musical, Max Martin, quien previamente había trabajado con otras estrellas del público adolescente como Backstreet Boys. Para su éxito no importó entonces, como sigue sin importar hoy, que fuera una cantante mediocre.
Spears se convirtió en una de las abanderadas del auto-tune, una evolución del célebre "vocoder". Se trata de un procesador de audio -tramposo para muchos- que se inventó para la grabación del disco "Believe" de Cher y que corrige el tono en las interpretaciones vocales, y ofrece además la posibilidad de introducir efectos robóticos en las mismas.
Más allá de las críticas a la comercialidad y premeditación del producto que representaba, el trabajo de Spears con Martin estableció un modelo de producción musical imitado hasta la saciedad, que se convirtió en un signo distintivo de la primera década del siglo XXI con canciones como "Baby One More Time", "Oops! I did it again" o "(You drive me) Crazy".
A ello hay que añadir su belleza rubia típica del medio oeste americano y su aire de inocencia presumiblemente quebrantable -como después se vio-, sin olvidar sus coreografías imposibles, que aún hoy permanecen en el imaginario de millones de seguidores.
Gracias a sus dos primeros álbumes, "Baby one more time" y "Oops!... I Did It Again", Spears fue -y es aún a día de hoy- una de las cantantes más jóvenes en el panteón de los artistas galardonados con al menos un disco de diamante, que en EU se concede a aquellos que venden más de diez millones de copias de un mismo álbum.
EL LEGADO DE MADONNA
A su defensa de la castidad promovida durante su noviazgo con Justin Timberlake, le acompañaron paradójicamente vídeos y canciones cada vez más provocadores como "I'm a slave 4 you", de su tercer disco "Britney" (2001), o "Toxic", herederos del espíritu de la que hasta entonces era la rubia transgresora por antonomasia, Madonna.
La Ciccone oficializó ese traspaso de poderes en la ceremonia de los MTV Video Music Awards de 2003, con el polémico beso lésbico que regaló a Spears -"la princesa del pop"- y a Christina Aguilera, vestidas de novia, en una interpretación conjunta de "Like a Virgin". Poco después llegó su primera colaboración musical grabada, "Me against the music", para el disco "In the zone".
CAÍDA Y ASCENSO DE UNA ESTRELLA
Tras su álbum de grandes éxitos a finales de 2004, se iniciaron sus episodios más oscuros. Tras un primer matrimonio de tres días con un compañero de clase, Jason Alexander, llegó su segundo fracaso sentimental importante, en este caso con el bailarín Kevin Federline, con el que se casó y con el que tuvo dos niños, Sean Preston y Jayden James.
Sus adicciones y excentricidades en compañías como la rica heredera Paris Hilton deterioraron su imagen pública y su salud. Tras una pelea pública con su ex en la que tuvo que intervenir la policía, crisis nerviosas y un proceso de rehabilitación, Spears perdió la custodia de sus hijos. Su imagen virginal había volado por los aires.
En medio de toda esta vorágine emocional, la cantante firmó -cinco años después de su último álbum de estudio- el que según la crítica es su mejor disco, el más oscuro y el más arriesgado, "Blackout", con éxitos como "Gimme more", que apenas promocionó en comparación con los anteriores y que presentó pasada de kilos y con una torpe actuación en la gala de los MTV Video Music Awards de 2007.
Hubo que esperar hasta "Circus" (2009), su sexto álbum de estudio, para volver a verla delgada y gozando de un presunto buen estado de salud. La Spears llegó para reclamar su trono con un disco de equilibrio y madurez, en el que trató de conciliar algunos avances electropop de su anterior disco, a la vez que realizaba concesiones a la comercialidad de sus primeros álbumes.
SU DISCO MÁS ELECTRÓNICO
Tras más de 12 años de carrera consolidada, los seguidores de Britney Spears han llegado con ella a la madurez. Con "Femme Fatale", su séptimo y último trabajo de estudio, se ha tornado en una "mujer fatal", abandonando definitivamente cualquier atisbo de la niña que cantaba "I'm not a girl, not yet a woman".
Convertida en una especie de Marilyn Monroe del siglo XXI que ha sobrevivido a sus años más oscuros, la estadounidense presenta ahora un giro más pronunciado hacia la música electrónica, con coqueteos incluso con el dubstep, que hace prácticamente innecesario otro disco de remezclas que acompañe este lanzamiento.
Sus nuevos temas, con "Hold it against me" y "Till the world ends" como tarjeta de presentación, ya son material de club, gracias al trabajo de Max Martin y de Dr. Luke, adalid de otros grandes éxitos recientes del pop para masas como "Girlfriend" de Avril Lavigne, "About you now" de Sugababes o "California Gurls" de Katy Perry.
Tras el batacazo que actualmente atraviesa su otrora rival comercial, Christina Aguilera, queda ver cómo defiende en plenas facultades el patrón que ella ayudó a cimentar ante toda una nueva generación de solistas femeninas, con Lady Gaga y Rihanna a la cabeza.
DESTACADOS:
* Britney Spears se presentó con tan sólo 8 años al cásting del "Mickey Mouse Club".
* Madonna la amadrinó como su delfín musical con un polémico beso durante una gala de televisión.
* En medio de su mayor crisis personal, grabó "Blackout", su disco más elogiado por la crítica hasta el momento
* En "Femme Fatale", convertida en una Marilyn Monroe del siglo XXI, presenta un giro musical decidido hacia la electrónica, con guiños al dubstep.
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